¿Cuánto estás cobrando tus horas?

¿Alguna vez te pusiste a pensar en qué gastás tus horas dentro de la empresa/organización? O más aún, ¿alguna vez te pusiste a pensar cuánto vale tu hora dentro de tu empresa? Si nunca lo hiciste, te invitamos a hacerlo, quizás sea hora de empezar algunos cambios. ¿Estás haciendo lo que realmente tenés que hacer?

Esto es más o menos así: si viéramos una película de Chaplin, lo que encontraríamos es una GRAN maquinaria, dividida en pedacitos muy chiquitos en la cual una persona ponía un clavo, otra un tornillo, otro martillaba, etc. Pero al final de todo el proceso, había un auto. ¿Qué pasaba? Como hacer un auto era un proceso realmente complicado, lo dividían en tareas mucho más sencillas para que cualquiera pueda hacerlas. Esa base se mantiene hasta hoy en día en miles de industrias, desde Mc Donalds haciendo hamburguesas hasta empresas de logística, vendedores de artículos o peluquerías.

Ahora bien, si analizaran cada una de sus organizaciones, probablemente encontraran que muchos de los procesos en los que entra su organización, podrían dividirse en pasos más pequeños y simples y doy algunos ejemplos:

  • Proceso de liquidación de sueldos:
    • Durante el mes alguien anota todas las novedades de los empleados (cuantas veces faltaron, si alguno tuvo un hijo, etc)
    • Al finalizar el mes o al momento del cierre, esas novedades pasan al liquidador o a Recursos Humanos.
    • Esos datos se cargan en un “sistema de novedades” y se procede a realizar la liquidación propiamente dicha.
    • Alguien se encarga de revisar algunos para establecer “estadísticamente” que están todos bien.
    • Se envían a los empleados por correo electrónico o se imprimen y se entregan.
    • Adicionalmente se imprimen formatos legales para pasar a libros societarios.
  • Proceso de venta de articulo sin punto de venta:
    • Entra una solicitud por e-commerce o alguien carga la orden de compra.
    • Esa orden la recibe alguien de “armado de pedidos” que la busca en un depósito y arma propiamente el pedido.
    • Luego pasa a otra persona que se encarga de cerrar y/o pegar la calcomanía con datos de entrega.
    • El pedido lo recibe se entrega para logística, quien puede armar una hoja de rutas de entregas o puede dejar para que alguien retire.

Ambos procesos que fueron detallados en seis y cuatro apartados respectivamente pueden hacerse en 20 si “desmenuzamos” cada uno de ellos en partes más chicas, por ejemplo, en el caso de liquidación de sueldos, el siguiente paso:

  • Al finalizar el mes o al momento del cierre, esas novedades pasan al liquidador o a Recursos Humanos.

Podría “desmenuzarse” en:

  • En fecha de cierre, solicitar el cierre de novedades.
  • Verificar que todos los empleados tengan cargadas las novedades.
  • Verificar inconsistencias (personas que figure que trabajaron 40 días en un mes o que su horario de entrada a la ofician era a las 5 de la tarde y no a las 9 de la mañana)
  • Cerrar novedades del mes.
  • Enviar por mail con archivo adjunto o cargar a sistema.
  • Cargar novedades en sistema o subir archivo adjunto para su procesamiento.

Una vez hecho esto, lo que encontramos es que tareas que llevan una hora, pueden cortarse en mini tareas de un minuto o en diez tareas de seis o tareas que llevan todo un día y podrían separarse en ocho tareas de una hora.

Ahora bien, hagamos un paréntesis y cambiemos de tema por un ratito. Allá lejos y en el tiempo, vos decidiste llevar adelante una organización o sos parte de una y liderás un equipo y cuando empezaste, sin pensar, realizaste o realizás tareas de forma automática sin entrar en detalle sobre el tiempo o la dificultad de estas. Entonces quizás, en la empresa de liquidación de sueldos, el gerente de recursos humanos sabe que para cerrar las novedades requiere mirar bien unos archivos que le lleva unos veinte minutos, por trayectoria sabe que algunas inconsistencias se dan porque el sistema está un poco viejo, entonces hay que actualizarlo, pero las últimas dos veces que llamo tardaron media hora en atenderlo y no le brindaron una solución, etc.

Pensemos en el sueldo de ese gerente, en su objetivo como empelado y el tiempo que le dedica a cada tarea que realiza. Supongamos (para hacerlo redondo) que trabaja 160 horas al mes y cobra $160.000, por lo tanto, cada hora suya le “cuesta” a la empresa, $1.000 o visto de otra manera, su productividad por hora vale $1.000. Ahora bien, esa hora, se le paga lo mismo si pierde 30 minutos llamando a un sistema para que no lo atiendan, o entrevistando o buscando personas de excelencia para hacer crecer la organización. Entonces si uno tuviera que decidir entre una actividad o la otra, seguramente sería mejor para la empresa que dedique más horas a buscar personas que a hacer llamados improductivos. Es más, ese llamado no genera ningún retorno, mientras que buscas personas seguramente si en un futuro.

Entonces vos, que estas leyendo esto y hoy te pasaste una hora intentando conseguir que te manden un mail, o hablando por teléfono con un proveedor, o llamando para que te entreguen unas bolsitas. Quizás estas malgastando tus horas o las estas cobrando muy caro, porque te están “pagando $1.000” por algo que seguramente pueda hacerse muy barato.

Por último, dos comentarios más:

  • Si verdaderamente se sientan a analizar esto, tengan en cuenta lo siguiente: las horas de quien lleva adelante una organización, debe estar orientada a crecer, a buscar palancas, a hacer cosas que generen en un futuro más ingresos de los que hay hoy en día.
  • Tienen que tomar una decisión: si quieren ser quien haga las cosas entonces sus horas son su sueldo y cuando dejan de trabajar no cobran o deciden llevar adelante una organización que haga lo que hoy están haciendo ustedes. En este segundo caso probablemente se pierdan la posibilidad de seguir haciendo lo que hacen: un verdulero que abre una cadena de verdulerías, dejo de ser verdulero para ser gerente; una persona que tiene un transporte escolar y pasa a tener una flota de transportes, pasa de ser transportista a gerente de una empresa de movilidad. ¿Qué sucede? Puede que el cambio de rol les deje sin hacer lo que les gusta.

Volvamos al punto para cerrar: del total de horas de tu trabajo, ¿a qué dedicas cada una de esas? ¿y por semana? ¿al mes? ¿Cuánto le costaste a la organización? ¿Cuánto te estas pagando de sueldo por tareas que pueden hacerse en menos tiempo o simplemente otras personas? Decidir hacer el análisis y empezar un camino de cambio, quizás sea el punto de inflexión que te haga dar cuenta que necesitas gastar más tiempo en futuro que en presente y pasado.

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